Mama Color de Rosa
Hace unos cortos 5 años,
deje de ser hija para convertirme en Mama, ese día cambiaron nuestras vidas, la
de ella y la mía, esta carrera de vida que empecé a cursar a partir de ese momento
es una experiencia asombrosa y maravillosa, que si es verdad te quitara el sueño,
pero además llenara tu vida de ternura, detalles y sensibilidad.
Ahora bien soy Mama de
una Niña color Rosa, ¡creo que eso me
hizo aún más llorona! Me lleno de emoción solo al verla reír y hasta llorar, a
veces siento que ella es más que un pedacito de mí, por eso me considero 100%
manipulable tratando todos los días de no caer, de resistir, ante su astucia de
que sabe qué hace conmigo lo que quiere con esos ojos y con sus dulces abrazos.
Compartimos algo muy
grande un Amor, su primer Amor oficialmente, a mí me toca verlos del otro lado
del lente siempre, disfrutando de ese momento de ellos, “Como lo Quiere” No lo comparte, le cuesta prestarlo al punto
de enojarse cuando yo lo abrazo o lo beso, por eso me dicen todo el tiempo “las
niñas son de papa”, sé que eso es cierto “soy la niña de mi papa”, pero también
es cierto que la conexión que existe entre ambas es tan fuerte y tan única que mi
hija es una gran parte de mi para siempre, soy yo su primera amiga, confidente
y refugio cuando más me necesita.
Volver a ser niña gracias
a ella, me hace vivir en un castillo de princesas, tacitas de té, lazos,
diademas, disfraces y hasta de una doctora que pone curitas por todos lados, me
recuerda como me escucho cuando la regaño al ver cuando ella lo hace con sus
muñecas, hasta como cocino y pongo la mesa, mi mejor compañera en todo lo que
hago a diario, una pequeña versión de mí que veo cómo crece con sus ocurrencias
y personalidad, aunque físicamente nos dicen que somos idénticas, tendré que
verlo para creerlo…
Vive y disfruta de ser
mama!!!
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